Según contaron en Telenoche, habían viajado a Rancagua para que Catalina pudiera visitar a sus tíos, además de que su abuela debía operarse, motivo por el cual la nena fue hasta la feria de ciencias.

“Estábamos con mi mamá en el hospital porque la iban a operar, y cuando llegamos al pueblo, nos avisan que la nena había tenido un accidente. No sabíamos lo que había pasado, nos encontramos con esta tragedia, relataron.

En este sentido, recordaron el clavario vivido y la extrema operación, la cual duró 11 horas y consistió en la realización de varias técnicas.

Se confirmó que la explosión del artefacto, que simulaba un volcán, le provocó un grave traumatismo craneofacial luego del impacto de un fragmento metálico que ingresó por el maxilar superior del lado izquierdo hacia la cavidad intracraneal, que se alojó finalmente a dos milímetros de la arteria carótida comprometiendo su vida.

La operación incluyó procedimientos de neurocirugía y reconstrucción facial de alta complejidad: una craniectomía descompresiva, polectomía del lóbulo temporal para controlar el sangrado intracerebral, abordajes combinados de base de cráneo y rostro, la extracción controlada del fragmento metálico y una traqueotomía para mejorar la ventilación.