El huracán Melissa tocó tierra el martes en Jamaica, donde se registraron vientos destructivos e inundaciones catastróficas.
El ciclón llegó al sur de la isla como huracán de categoría 5 con vientos máximos de 295 km/h que poco después bajaron a 270 km/h, según los boletines del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
En su paso en dirección noreste por la isla dejó una gran destrucción a causa de sus fuertes vientos y lluvias, que estuvieron acompañados de una intensa marejada ciclónica.
Más de tres horas después de tocar tierra, Melissa bajó a categoría 4, según el NHC.
Melissa ya había alcanzado el lunes la categoría 5, la máxima intensidad de estos fenómenos.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos emitió la advertencia de «una situación extremadamente peligrosa con amenaza para la vida» e instó a la población jamaicana a resguardarse en refugios o en las estancias más interiores de los edificios.
También alertó de la posibilidad de «fallo estructural total» en las edificaciones, así como derrumbes, al paso del huracán.
Los últimos datos muestran que Melissa no solo es la tormenta más potente del mundo en lo que va del año, sino que será «la tormenta del siglo» para Jamaica, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Las autoridades dicen que Melissa, que dejó otros cuatro fallecidos en la vecina isla de La Española, es el huracán más fuerte que haya azotado Jamaica desde que se comenzaron a crear registros hace 174 años.
El récord anterior lo tenía el huracán Gilbert, que golpeó la isla en 1988 y causó 49 víctimas












