A lo largo de sus más de 120 años de vida, Atlético Tucumán ha forjado una historia repleta de hazañas, ascensos memorables, y noches épicas en el José Fierro. Pero detrás de cada gesta, hubo figuras claves que defendieron con alma y vida los tres palos del Decano. El arco, esa posición ingrata y gloriosa a la vez, fue ocupado por verdaderos ídolos, referentes silenciosos, atajadores de penales imposibles y líderes natos que se calzaron el buzo con el peso que exige una institución como Atlético.
Desde los años dorados en los torneos Nacionales, pasando por los años de lucha en el ascenso, hasta la consagración del club en la elite del fútbol argentino y sus primeras aventuras internacionales, el arco decano siempre tuvo nombres que se ganaron el respeto del hincha. Algunos surgieron del semillero, otros llegaron desde lejos y se hicieron tucumanos por adopción. Todos dejaron huella.
En esta nota repasamos a los grandes arqueros que marcaron época en Atlético Tucumán. No es solo un ranking: es un homenaje a los que, con guantes y coraje, escribieron páginas doradas en la historia del Gigante del Norte.
Cuando se habla de la historia viva de Atlético Tucumán, un nombre inevitablemente aparece en primer plano: Silvio Nava. Historiador, dirigente, y apasionado decano, ha sido testigo y custodio de buena parte del legado futbolístico del club más grande del norte argentino. Por eso, cuando él habla, el pueblo decano escucha.
En diálogo con SdN, Nava se animó a elegir a los cinco grandes arqueros que, para él, marcaron la historia del Decano. Y como buen conocedor, no dudó en sumar un sexto nombre “por lo que logró”. A continuación, repasamos su elección, cargada de memoria, pasión y gratitud por quienes supieron custodiar el arco del Gigante del Norte.
- Genaro Sica
Ícono de una época gloriosa, Sica fue sinónimo de seguridad y carácter bajo los tres palos. Jugó 128 partidos oficiales entre 1915 y 1926 y fue parte de los planteles que construyeron la identidad competitiva de Atlético a nivel regional. En tiempos en que el fútbol era más pasión que negocio, Sica defendió el arco con garra y estilo.
- Roberto Ponce
Dueño de una técnica depurada y grandes reflejos, Ponce fue uno de los mejores arqueros de la década del 60. Jugó 178 partidos oficiales entre 1961 y 1970. Su solvencia y temple lo convirtieron en figura indiscutida y una muralla en los campeonatos tucumanos y en los torneos nacionales. Marcó una era y dejó un legado que aún se recuerda.
- Francisco Ruiz
Figura clave en los años 70, jugó 375 partidos oficiales entre 1970 y 1981. Ruiz fue parte de equipos que hicieron historia enfrentando a los grandes del país en los viejos torneos Nacionales. De personalidad fuerte y presencia imponente, supo transmitir seguridad a sus defensores y se ganó el respeto de la hinchada y de los rivales.
- Lucas Ischuk
Protagonista del histórico ascenso a Primera División en 2009, jugó 167 partidos oficiales entre 2007 y 2012. Ischuk combinó reflejos felinos con una enorme entrega. Fue fundamental en una campaña inolvidable que devolvió a Atlético al lugar que merecía. Su paso por el club dejó huella, tanto por su rendimiento como por su compromiso.
- Cristian Lucchetti
El Laucha no necesita presentación: capitán, referente, figura clave en múltiples campañas, incluyendo el ascenso de 2015 y las recordadas participaciones internacionales. Jugó 300 partidos oficiales entre 2012 y 2021. Lucchetti es el arquero más emblemático del siglo XXI en Atlético, y su nombre está escrito con letras doradas en la historia reciente del club.
- Gregorio García (mención especial)
Silvio Navas lo incluye por mérito propio: García fue un arquero que tal vez no tuvo tanto brillo mediático, pero fue determinante por lo que logró. En momentos clave, respondió con creces y contribuyó al crecimiento institucional del Decano. Una muestra de que la historia también se construye con trabajo silencioso.
Historia
Silvio afirmó que Generoso Sica fue el primer gran arquero de Atlético, defendiendo el arco del club entre 1915 y 1926, «su nombre se hizo muy conocido en aquella época, consolidándose como una figura destacada en la historia temprana de la institución».
En cuanto a Roberto Ponce, muchos lo consideran el gran arquero que tuvo Atlético durante la década del sesenta. De baja estatura pero notable capacidad bajo los tres palos, Ponce se destacó como un arquero muy atajador, relató Nava.
Durante la década del sesenta, Atlético contó con un arquero que marcaría una época: alto, muy atajador y reconocido por su gran desempeño bajo los tres palos. Se trata de Negro Ruiz, quien se destacó en los inicios de los torneos nacionales. Su figura aún es recordada por muchos.
Otro nombre fundamental es el de Gregorio García, arquero del equipo campeón de 1960. Llegó a Atlético a préstamo desde Sportivo Alfredo Guzmán y, según registros, jugó alrededor de un año y medio en el club. Posteriormente, fue transferido a Quilmes.
Aquel equipo del ’60, que recientemente fue reconocido oficialmente como campeón nacional de primera división, fue desmantelado casi por completo. Solo permanecieron algunos jugadores como Antonio Granero, por su edad, y Hugo Ginel, cuyo padre no permitió su salida a Boca Juniors.
Gregorio “Goyo” García no solo fue el arquero de aquel equipo campeón, sino que continúa siendo un referente para la institución. Hoy, con 91 años, sigue vinculado emocionalmente al club. Recientemente estuvo presente en una concentración y también participó, junto a Hugo Ginel, en los actos del aniversario del año pasado, donde recibió una copa simbólica de manos de Chiqui Tapia, concluyó Nava.